martes, 26 de junio de 2012

Pintar

Hace unos años pensé que aprender a pintar me haría muy feliz en el futuro cuando, desligado de obligaciones profesionales, ocuparía mi tiempo libre en una actividad creativa y probablemente medicinal.
Estaba muy equivocado.Para empezar he podido comprobar que quizás se necesitan 20 años muy aplicados para alcanzar cierta soltura, algún andamiaje teórico y la destreza que todo oficio te va regalando con las horas de trabajo.
Así que no hay que hacer ningún caso a la oferta de cursos por correspondencia ni a ofertas prometedoras. Para pintar sólo se necesita un buen maestro y paciencia ante la impotencia.
También me equivocaba con la idea de ser feliz pintando en esa actividad supuestamente creativa.
Pintar es ante todo aprender de las propias frustraciones mientras acumulas desastres técnicos, lo que te lleva a momentos ciertamente desconsoladores y a sentir la rabia que puede producirte el trabajo mal hecho.
Pintar es una actividad que te afecta muy íntimamente a la espera de esa originalidad que quizás solo surgirá por accidente mientras sufres la incomodidad  del reto imposible.
Pintar es la equivocación de querer ser feliz ante un desenlace positivo que casi nunca llega.
Así que si alguien quiere pintar le diría que practique la rabia, que dude de todos sus trazos y que
sienta que la manualidad del hacer es suficiente recompensa.
Solo así disfrutará de un tiempo infinito donde habita la esencia de aquel aforismo de Bergamín que decía..." el que espera desespera y el que desespera vuelve a esperar."

martes, 12 de junio de 2012

Enhorabuena

Creo que pocos entienden bien lo que está pasando. Parece que subir impuestos, recortar derechos, alargar la edad de la jubilación y el largo etcétera de medidas que nos están "tomando" son absolutamente necesaria para que en el futuro nos vaya bien.
Cuaja la idea del mal necesario y de que no se puede hacer más porque contra lo inevitable no hay manera.
Visto lo que pasa con Grecia, simplemente es mentira y no tiene ninguna gracia. A los resultados me remito.
A uno que va cumpliendo años no le gusta nada la idea de estando conectado a unos tubos, espero que con más de 70 años, me entreguen  una carta que diga...."Enhorabuena ya puede cobrar su jubilación".
Tampoco me gustará nada ver en una tertulia a un chalado celebrando la subida del IVA porque es necesario y por eso tenemos que darnos la enhorabuena.
Ni a los empleados de Bankia dándose abrazos porque creen que están de enhorabuena.
Si fuera un funcionario y sólo me hubieran recortado pero no despedido, ya habría calado en mí el "espíritu enhorabuena" y me estaría felicitando por ser mucho más pobre, porque cuentan de un sabio que un día sólo se alimentaba de las hierbas que cogía.
Aquí todos se dan la enhorabuena. Hasta Barroso dice que no, que no fue Rajoy el que consiguió empobrecernos,que fue su mérito.
Ayer apareció su Majestad en esos actos a la pata coja y se le pudo escuchar diciendo ..."enhorabuena", a Guindos y Rajoy.
El Rey también se lo ha creído. Enhorabuena a todos.

martes, 5 de junio de 2012

Memorias

Estos papeles de la era digital que no se escriben a diario conviven con otros escritos de parecida naturaleza ,dentro del género que a uno siempre le ha parecido de ficción,un baúl de mentiras y de buena literatura en muchos casos.
Así pues libretas,hojas sueltas,escritura a lápiz o pluma, todavía me conectan con el inmortal mundo del papel, sin más pretensión que evitar lo pretencioso.
Los autores de este tipo de libros trazan sutiles diferencias entre el diario y la memoria pero siempre he creído que el conocimiento íntimo pudiera ser la motivación fundamental y porqué no, también ,cierto interés en eternizarse y trascender.
Eso es lo que han conseguido algunas grandes ideas y frases de la historia de la literatura escritas con una mirada especial, la de aquellos que además de mirar son capaces de observar lo que antes no descubrió nadie.
Así nos encontramos con que Pessoa nos descubre que el aislamiento no es angustioso y que abandonarse a las sensaciones de un hombre común puede ser lo más especial del mundo.
Leyendo las  páginas más sublimes del género puedes pensar que en el fondo lo que parece una modesta escritura es una sutil forma de venganza.
Descubrir lo que esconde lo más trivial sin ánimos de biografía,remover vivencias sin fracasos y sin logros puede ser una terapia estimulante para seducirse a uno mismo desde cierta dialéctica.
Uno también procura acercarse a la sentencia y a la glosa con la alegría indispensable en la edad madura cuando no hacen falta ni justificaciones ni recuerdos falsos.Cuando además de protagonista eres testigo.