martes, 21 de febrero de 2012

LLuis Vives

Yo estudié el Bachillerato en el Instituto Luis Vives de Valencia.He recordado muchas veces las primeras sensaciones, entre el miedo y el deseo, vividas al entrar en el  mundo de los adultos de chavales de 17 años que estaban a punto de ir a la Universidad a encontrarse con los encierros y las porras.Como ahora.
Alguien parece haber dado la orden y recordado el slogan " la calle es nuestra" para tratar de detener lo que ya se llama(y puede ser llama) la Primavera de Valencia.
 El Instituto tiene un patio con columnas toscanas y arcos de medio punto decorados con cerámicas, lo que le da un aire de claustro universitario renacentista.En aquel espacio recoleto perseguíamos balones antes del momento de izar la bandera española y escuchar el himno nacional, con el alumnado en perfecta formación militar,controlados por Don Lucinio Sanz profesor de Formación del Espíritu Nacional.
Recuerdo las cúpulas de sus escaleras,el retablo barroco de la capilla, unas puertas neoclásicas y un profesorado mal vestido enjuto y seco como escribiría Machado en aquellos recuerdos de la infancia de las tardes pardas y frías, con la monotonía de la lluvia en los cristales.
Lluis Vives fué un humanista valenciano de origen judío al que su padre,que temía lo peor, envió a la Sorbona por miedo a la Inquisición.Poco después su padre fue quemado y Lluis siguió,sin volver a Valencia, su formación que le convertiría en un gran reformador de la educación, de talla universal.
A Vives se le puede considerar el primer asistente social a partir de su tratado del socorro a los pobres.También escribió "De pacificatione" mientras disfrutaba de la amistad de Erasmo de Rotterdam.
Conviene recordar ahora el título de uno de sus más hondos escritos:"Reglas para ahuyentar la barbarie", libro que seguramente ningún mando policial parece haber leído.
Vives murió en Brujas y pudo evitar la caza de brujas.
Es de esperar que los alumnos del LLuis Vives sigan estudiando en su Instituto y no en los calabozos.
Aunque irse la Sorbona no es mala idea.

viernes, 17 de febrero de 2012

Movistar

Donde dice Movistar podría decir Orange o Gas Natural ,dicho lo cual se entenderá que hablamos de los oligopolios que expolian cuentas corrientes.
¿quién no ha sufrido algún pequeño o gran abuso o se ha enredado en el bucle sin fin de un 902 , para gastar mucho más de lo que se reclamaba?
Pero no entremos en ese laberinto.No quiero enfadarme.
Hay otro modo de disfrutar de las atenciones telefónicas de un "call center".El juego consiste en el motivo de la llamada y en el talante.Hay que llamar con alegría y con ganas de conversar.Para preguntar,para informarse y para ver si cae alguna oferta.
Ayer hablé con el señor José Juárez que quizás estaba en Méjico y que, probablemente, además de José también se llamaba Luis Fernando.Es una bonita costumbre acumular nombres que aquí se ha perdido .A uno, sin ir más lejos, no tuvieron bastante con Manuel y le pusieron Juan y Vicente.
 Durante la conversación estuve pensando en el clima  del Caribe, en qué hora era al otro lado de la línea,en el acento aterciopelado de José y en la deslocalización de los puestos de trabajo.
Solventados los interrogantes que motivaban la llamada me inventé alguna pregunta más porque estaba a gusto y porque José sorprendido y divertido me dijo que le entraba otra llamada de Las Rozas a lo que respondí que en Las Rozas somos unos quejicas que protestamos de todo.
A estas alturas ya se había disipado el tedio que acompaña a estas conversaciones y como anunció que me llamarían para la inútil encuesta de satisfacción tuve que decirle que le iba a poner un 9 y que normalmente ponía un 4.
Ninguno queríamos colgar pero seguramente ya se le acumulaban las llamadas de las Rozas y la amabilidad además de azúcar ya llevaba sacarina.
Hoy voy a llamar a Vodafone.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Chacón

Era la primavera pasada cuando decíamos que aquel retiro de Carmen Chacón, en la pugna con Rubalcaba, podía significar el fin de su futuro político.
Se sostenía la idea sobre la llorosa escenificación de su despedida desencantada.
Pero no, podríamos afirmar que aquel instante, fuera calculado o no, es agua pasada y que su candidatura cabalga hacia una más que probable victoria.
Si la imagen que proyectan los candidatos tuviera cierta importancia en el desenlace daría por seguro que gana.
En los últimos días la cara de Rubalcaba es la de un hombre muy agotado cuyo rostro surcado por mil batallas proyecta una imagen de cierto deterioro.
En la otra esquina Chacón siempre aparece fresca, radiante y recién salida de la ducha.