martes, 20 de diciembre de 2011

El escritor

Anoche vi una de Joel Coen:"Burton Fink",con los habituales Tarturro y Goodman en delirantes papeles en lo que me pareció un sentido homenaje al cine y al Hollywood de los 40.
Explorar la mente es doloroso nos dice el protagonista, de profesión guionista, cuya creatividad ha quedado bloqueada en el afán de cumplir el encargo de un histérico productor, espléndidamente caricaturizado.
¿Encuentras la paz escribiendo? le pregunta el patoso Goodman en una de los memorables diálogos que vienen a sostener que la escritura nace de un intenso dolor interno.
Cavilando sobre este asunto encuentro casualmente esta mañana,en uno de los paseos por los escritos de Vila-Matas,una entrada de sus re lecturas titulada "El naufragio por excelencia", que misteriosamente me conecta con el argumento de la dificultad de escribir.
Cuenta Vila-Matas la crónica que escribió Simon Leys sobre el naufragio en 1625 del buque Batavia.En aquel episodio los paradójicos supervivientes fueron asesinados por un demente terrorífico.Lo sorprendente es que tardó 18 años en terminarla abrumado por los datos,las comprobaciones y la acumulación de información.Y quizás también por la propia creencia del  autor que pensaba que si has soñado escribir a alguien se le puede ocurrir lo mismo.
Es lo que sucedió con su proyecto de la historia del naufragio: un tal Mike Dish se adelantó con lo que para Simon era el libro perfecto, que hacía inútil su intento.
Aún así siguió, sobre todo, para crear un prólogo mínimo y antológico que fue en definitiva una sabia recomendación del  libro que él no había escrito.
Desde estas dudas que nacen del estado inestable del escritor nos empuja Vila-Matas a conocer a  Marcel Bénabou cuya biografía es apasionante.Sólo su amistad y andanzas con Perec sería suficiente para interesarnos, pero especialmente su libro "Porqué no he escrito ninguno de mis libros".
Marcel escribió que tras una serie de intentos abordados apareció la duda sobre la legitimidad de su vocación y una interrogación que le acompañaría para siempre.Al menos se confortó con la idea de que escribir que se quiere ser escritor ya es escribir y por tanto escribir que no se puede, también. De esta idea nace una proeza dialéctica,una teórica acumulación de fracasos y una inexistente ineptitud, desde la que finalmente se construyó su éxito. Quizás encontró la paz por la que preguntaba Goodman en la película de Coen en el momento en que  la duda y el dolor intenso se hicieron pura literatura.







lunes, 12 de diciembre de 2011

La tele

No suelo soñar pero he tenido un sueño.De esos en los que quedas atrapado en un extraño bucle,una especie de duermevela excitante que te impide salir del laberinto, mientras participas activamente fabricando una nueva historia dentro del sueño inicial.
Estaba en el sofá con el mando en la mano decidido a huir de unos tertulianos aguafiestas.Entonces, compulsivamente, empecé a cambiar de canales(de la TDT por más señas) y a presenciar un desfile de asesinos en serie,homicidios en segundo grado,secuestros y otras calamidades.
Parecía que sólo había propuestas sangrientas y series seriamente nocivas:Navy Investigación Criminal,NCIS,Ley y Orden,CSI,Numbers,Warehouse y algunas más que no recuerdo, más las propuestas de los canales especialistas en estos asuntos como Calle13.
Al fin pude llegar a "Atrapa un Millón" y me quedé muy interesado hasta comprobar que un millón sólo lo atrapan algunos que yo me se.
Desengañado le di a la tecla y llegue al tópico programa pre navideño en el que la Plaza Mayor estaba llena de gente como en el mismo programa del año anterior.Me dije que pronto saldría la chica mileurista que envían a Navacerrada en cuanto caen unos copos de nieve.
Creo que a estas alturas el sueño no me manejaba a mi,sino yo a él,por lo que me puse a recordar la película "El día de la marmota",que eso si que era un buen bucle.
Ya casi despierto desembarqué en un telediario donde hablaba en alemán la señora Merkel, momento en el que el sueño volvió a tomar la delantera:la canciller estaba en la puerta de un crematorio donde me quería gasear con pesetas.
Aterrado hice zapping pero fue otro error.Primero estuve en "Aquí no hay quien viva" y al salir me esperaba "La que se avecina".



El clásico

Nadie se habrá librado del llamado ruido mediático de ese partido del siglo que se celebra varias veces al año.Creo que fueron 12 millones los que vieron en la tele el Real Madrid-Barcelona y otros tantos los que estuvieron muy pesados durante toda la semana.
Decidido a ponerme a salvo de la verborrea del mal llamado periodismo deportivo conseguí no enterarme de nada de lo que se dijo.
Pensé incluso que vería el partido desde la tribuna del sofá,sin hinchas,sin bares,sin radio.
Pero no fue así:lo vi acompañado de dos chicas jóvenes,de esas que sólo conocen a Ronaldo y a Messi y que el último partido que vieron debió ser la final del Mundial.
Resumo el sonido del partido:
-ese tiene carita de dibujito.
-¿lo pasan sabiendo donde va el balón?
-ese es un máquina...
-el comentarista parece que los conoce a todos
-...será que tiene un catalejo...
...debe de ser malisimo sudando con el frio que hace.
-Fíjate césped tiene un trozo verde oscuro y otro verde claro.
-¿todos esos de amarillo son policías?
-...parecen del Seprona
-...han cambiado de portería!
-...lo del fuera de juego son palabras mayores.
Y así todo el partido.
Para el próximo clásico ya están invitadas.