miércoles, 26 de enero de 2011

Orejas

En estos días de zozobras financieras parece que al Gobierno no le ha quedado otra que acometer con disciplina,rigor y rapidez ciertas iniciativas para calmar a jefes mercados.
Y mientras la fiesta de los toros está en entredicho estamos asistiendo a una particular corrida pues hay otra lidia, metafóricamente hablando, alrededor de esas bestias de la jubilación, las cajas, las reformas laborales y lo que te rondaré.
A la vista del panorama nos parece vislumbrar una mayúscula paradoja: las figuras se afanan en el ruedo frente a esas fieras citadas.La faena va creciendo, el cornúpeta se está entregando y desde el tendido,de sombra naturalmente, se piden insistentemente las orejas... del torero.
Habría que prohibir esta fiesta.

viernes, 21 de enero de 2011

Ideario (2)

S. añade su particular universo de quimeras a esta heterodoxa lista de lo probablemente imposible.
Y libra una divertida batalla contra la obscenidad desde una trinchera donde la mordacidad nos invita a darle unos cuantos sopapos a la realidad.
He aquí lo suyo:
Salir a pasear y descubrir que la gente saluda y se ha vuelto educada.
Que los chandals multicolores sólo se puedan comprar bajo prescripción facultativa.
Que desaparezcan un puñado de organismos de esos llamados culturales.
Leer siempre los mismos libros en un modesto rincón hipotecado, mientras vigila los fogones.
A ver si asfaltan de una vez la carretera que va de Hemelingen a Polonia.
Ir muchas veces a Nueva York para encontrarse con los amigos y vecinos que aquí no ve.
Un poco de salud para poder pagar recibos.
Huir de los gritos, de los "ismos" y de las adulaciones.
Descubrir las trampas de los trileros de toda condición que aparecen en los informativosd,tertulias y debates.
Grabar, pintar y dibujar sin contemplaciones.
Continuará...

miércoles, 19 de enero de 2011

Ideario (1)

Para este 2011 los tertulianos han expresados algún retórico deseo para un puñado de asuntos pendientes. Un modesto universo moral escondido entre los pliegues de la realidad y los sueños.
Este es el ideario y la aspiración de LL.

Evitar las numerosas ofertas de diversión que lo que hacen es aburrir.
Leer Austerlitz de Sebald.
Emocionarse en la red visitando sitios a los que nunca irá.
Huir de los necios como de la peste.
Disfrutar de la nostalgia de otro futuro.
Callar más y escuchar menos.
Asombrarse a cada instante.
Ejercer la virtud moral de no molestar a nadie.
Leer "El Hombre sin atributos" de R.Mussil.
Resignarse a seguir haciendo algo.

Continuará...

martes, 11 de enero de 2011

Suiza


Esta tertulia se desarrolla en un barrio que se llama, oficialmente, La Suiza. A S. y LL. nos gusta ese nombre pues irremediablemente evoca a Robert Walser del que tanto hemos leído y hablado.
El apelativo parece provenir de una señora suiza que vivía en una tranquila y arbolada placita del lugar, excepción apacible que adorna un racimo de calles destartaladas.
Debíamos unas letras a este reducto y finalmente llegan a partir de una conversación con nuestro amigo Jaime Canales acerca de las redes sociales que incansablemente auscultan la realidad, mientras van originando un mundo democrático paralelo, al margen de las mentiras oficiales.
Sin entrar en detalles llegabamos a la conclusión de que vivimos en una farsa democrática gobernada no exactamente por aquellos a los que teóricamente votamos.
De ahí cierto sentimiento de envidia hacia la Suiza país, los helvéticos capaces de gobernarse de una manera tan consultiva. Su federalismo o confederalismo genuino ofrece a los suizos una participación activa y directa no sólo desde el amplio gobierno de los 29 cantones sino desde los mismos Ayuntamientos, que delegan pocas funciones al cantón, sólo aquello que no pueden gestionar directamente.
En Suiza parece que no existe ni jefe de gobierno, son muy pocos los políticos profesionales y son muchas las iniciativas que dan lugar a referendums donde el pueblo casi tiene la última palabra.
En definitiva una ordenación envidiable en la que los políticos se dedican fundamentalmente a administrar lo ya pactado.